Xóchtil Gálvez y su subordinación a los EE.UU.

Desde la llegada de los españoles a tierras mesoamericanas, nuestra cultura ha vivido diferentes etapas de entreguismo, unas más evidentes que otras, siendo la primera de ellas y la más conocida la de Malintzin o Malinche, mujer indígena que sirvió a Hernán Cortés, primero como interprete y después como consejera y por último como concubina del invasor español.

 

Tras varios siglos de dominio español y con la llegada de la independencia de México, el país atravesó momentos de inestabilidad política al interior y el exterior, primero con los vecinos del norte; en época de Antonio López de Santa Anna se firmó el tratado de La Mesilla, en el cual Santa Anna vendió más de cien mil kilómetros cuadrados de territorio mexicano a Estados Unidos de Norteamérica

 

Posteriormente en tiempos del presidente Benito Pablo Juárez García, se llevó a cabo una de las mayores traiciones a la patria, este acto está atribuido a la facción conservadora en su Asamblea de Notables, quienes enviaron como representantes de la misma a Europa a José María Gutiérrez Estrada y Miguel Miramón con la firme intención de convencer al archiduque de Austria, Fernando Maximiliano José María de Habsburgo-Lorena. Instaurando así el Segundo Imperio Mexicano, el cual tuvo una duración aproximada de tres años.

 

Con la llegada de Porfirio Díaz a la presidencia de México, se vivieron momentos entreguistas de manera velada, principalmente en lo respectivo a los bienes naturales de la nación, basta revisar las concesiones otorgadas a particulares extranjeros durante el porfiriato, así como la proximidad cultural e ideológica con Francia.

 

Tras la caída del régimen porfirista y la llegada de la revolución, México vivió una especie de nacionalismo exacerbado, principalmente en el sexenio del General Lázaro Cárdenas del Río.

 

Sin embargo, tras la llegada a la presidencia del licenciado Miguel Alemán Valdez, México inició una espiral de subordinación hacia Estados Unidos de Norteamérica, con la excepción del presidente Adolfo López Mateos, quien nacionalizó la industria eléctrica.

 

Con la llegada de la época neoliberal los gobiernos del PRI y del PAN realizaron reformas constitucionales para beneficiar a los capitales extranjeros en nuestro territorio, siendo las reformas eléctrica y energética las más leoninas.

 

Esta reseña histórica viene a colación por la actitud entreguista, subordinada e intervencionista que Xóchitl Gálvez mostró durante su gira a Estados Unidos la semana pasada.

 

Esta gira puede calificarse como desastrosa para la candidata del PRIANRD, y no solo por la pifia mediática que se volvió viral por un discurso en inglés de la propia Gálvez, con la famosa frase “wok de tok” (Walk the talk que se traduciría al español como “hechos, no palabras) con la que exhortó al presidente Joe Biden para intervenir en las elecciones federales mexicanas del presente año.

 

Como lo señalé en mi columna de la semana pasada, la publicación de las “investigaciones” periodísticas de tres medios internacionales en los que señalaban que el presidente Andrés Manuel López Obrador había recibido dinero por parte del crimen organizado para financiar su campaña relectoral de 2006, y el viaje de Xóchitl Gálvez a tierras gringas no eran casualidad.

 

Por lo anterior considero que los mexicanos, sin importar nuestra afiliación política e ideológica, debemos participar como observadores del proceso electoral para evitar que agencias de gobiernos extranjeros u organizaciones nacionales ligadas a capitales foráneos interfieran en las elecciones de este año.

 

Desde aquí va un exhorto a todos los ciudadanos que salieron sorteados para ser representantes de casilla, a que asuman su papel cívico y sean partícipes de la vida democrática nacional.

 

Y mientras el Congreso revisa las reformas que envió el presidente López Obrador, y los Kansas City Chiefs celebran ser Bicampeones de la NFL, nos leemos la próxima semana, en la que lo más seguro es que haya de chile, de mole y de manteca