De las ONG's de derechos humanos a la OTAN: la nociva necesidad de ser necesarios

Cuando su razón de ser desaparece, organizaciones de “ayuda y protección” inventan pretextos para seguir existiendo y beneficiándose de apoyos de gobiernos contrarios al auténtico bienestar popular

Internacional 26 de marzo de 2024 PATRICIA BARBA ÁVILA

ong web

¡Qué hermoso sería el curso de la vida de la humanidad si en vez de guerras atómicas, si en vez de carreras armamentistas, provocadas por los imperialistas y los colonialistas, todos los pueblos del mundo se pudieran dedicar a luchar contra la incultura, contra la enfermedad, contra la pobreza! Fidel Castro Ruz, 1961

 

 Ciertamente, una de las características esenciales de cualquier organismo o institución es hacer literalmente lo que sea para seguir siendo necesarios y así asegurar su permanencia y todo parece indicar que este fenómeno es el motivo principal detrás de la necesidad de convertirse en “indispensable”, tal como ha ocurrido y seguramente seguirá sucediendo con ONG’s y grupos que son creados para apoyar a víctimas de abusos y violaciones de derechos humanos y para “defender” a países de supuestos o posibles ataques o invasiones.

 Varios son los casos de organismos de defensa de derechos humanos que, habiendo sido creados para apoyar y promover el respeto por las garantías de individuos o grupos sociales, tristemente se han visto orillados a seguir justificando su existencia, a costa de lo que sea, después de la resolución y/o desaparición de la razón que les dio origen. Uno de los casos más tristes es lo que ha venido ocurriendo con el Movimiento de Padres y Madres de los 43 Estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa víctimas de asesinato y desaparición forzada considerados crimen de estado por el involucramiento de ”autoridades” (malandros disfrazados de autoridades) del gobierno mexicano y de USA Corporation que desde el Plan Cóndor (en México conocido como Operación Cóndor) en los 70’s y principios de los 80’s, ha intervenido y sigue interviniendo en la erradicación de todo intento independentista y emancipador en virtualmente toda América Latina y varias naciones en otros continentes. Este admirable movimiento se ha visto influenciado por agentes del conservadurismo más retrógrada dentro y fuera del país que usan e incluso patrocinan a ONG’s de derechos humanos en sincronía con abogados y “expertos” venales que no sólo han obstaculizado el avance de los esfuerzos del gobierno de Andrés Manuel López Obrador para esclarecer la red de mentiras y complicidades que rodean este desgarrador caso, sino que se han involucrado en la guerra sucia multifrontal impulsada por una oposición mezquina y carente de proyecto y que se recrudece cada vez más a medida que se acerca la elección más trascendental en la historia reciente de México. Ya lo hemos dicho antes: cuando el factor dinero entra en juego, todo se desvirtúa y corrompe.

 En otro contexto pero que se enmarca en este mismo análisis, tenemos a entidades y “tratados de defensa” como la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) que claramente muestra este afán de prevalecer o sobrevivir después de que el motivo de su existencia desaparece. Es decir, la OTAN, supuestamente creada para defender a los países de occidente de una agresión por parte de la entonces Unión Soviética, amenaza que, por cierto, jamás ocurrió ni pudo ser comprobada pues la URSS jamás dio muestras de querer invadir, conquistar o dominar países europeos o en otros continentes. Sin embargo, tanto los E.U. (yo le llamo “USA Corporation”, pues el pueblo norteamericano jamás ha tenido injerencia en la política exterior -ni la interior aparentemente—en su propio país) como la Unión Europea siempre se empeñaron en sostener tal falacia. Una vez disuelta la URSS en 1991 y desaparecida la “amenaza” que supuestamente representaba, el complejo militar industrial, principal promotor de la OTAN, y su afán expansionista, apoyado por las grandes oligarquías petroleras, informáticas y armamentistas se vieron forzados a crear otra razón de existir y le llamaron “guerra contra el terrorismo”, “guerra contra el narcotráfico”, asumiendo al mismo tiempo, todo tipo de tácticas terroristas y apoyando a cárteles del crimen organizado, para “combatir el terrorismo” y “combatir el narco” y con ello, favorecer la venta multibillonaria de armas cada vez más sofisticadas para “ayudar” a las “democracias” a defenderse contra el “crimen organizado” y “terroristas”. Estas denominaciones que claramente se aplican a las inmorales corporaciones y politicastros que promueven para defender sus intereses en diferentes naciones invadidas y saqueadas, las utilizan para demonizar a grupos de insurgencia y organizaciones populares independentistas y de defensa de su soberanía y dignidad. Con ello, esperpentos como la OTAN y el complejo militar industrial no sólo justifican su existencia sino se aseguran de eliminar a todo gobierno, líder político o movimiento emancipador que afecte sus intereses. Y esto es claramente lo que ha ocurrido con este nocivo ente multinacional, cuya reciente aventura en Ucrania promovida por sus principales mecenas, USA Corporation y sus corre-ve-y-diles en la patética Unión Europea, y que tal como ocurrió en Vietnam, Afganistán, Siria, etc, ha sido otro evidente fracaso y motivo de una fuerte recesión en varios países a nivel global. Su necesidad de prevalecer en detrimento de los intereses de pueblos enteros, ha puesto al mundo en un serio riesgo de una conflagración de la que difícilmente la especie humana sobreviviría.

 Se trata del mismo principio de prevalecer a toda costa que ha estado siempre detrás de la criminal industria farmacéutica y su cómplice, la “alimentaria” (SIC) que mediante la estrategia de enfermar a millones de seres humanos con comida chatarra, los orillan a engancharse al consumo permanente de sus letales “medicamentos” que intoxican lentamente sin curar y, muchas veces, generan otros padecimientos, en una muy lucrativa y buitresca alianza.

 Lo ha mencionado repetidamente el presidente López Obrador: hay quienes viven de administrar conflictos y sacan provecho del dolor humano. El ansia de acumular riqueza y poder ha generado una abrumadora corrupción que corroe y destruye valores esenciales para el progreso armónico de las sociedades mundiales. Esta ambición desmedida que se fomenta a través de todos los medios mediante campañas diseñadas para manipular sólo puede combatirse con campañas de información y formación integral encaminadas a formar seres humanos conscientes y solidarios que cuiden de sí mismos, de sus congéneres y de este hermoso hogar llamado Tierra. 

La ambición suele llevar a las personas a ejecutar los menesteres más viles. Por eso, para trepar, se adopta la misma postura que para arrastrarse. Jonathan Swift 

 

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