A un año de la crisis de meningitis

¿Festejó el día internacional de la mujer el gobernador Esteban Villegas? En dicho festejo, del moñito rojo, incluiría a las 41 mujeres que fallecieron durante la crisis de meningitis por la negligencia y corrupción en la Secretaria de Salud del ex gobernador José Aispuro y compinches.

Él siendo “médico”, no ha hecho absolutamente nada por una investigación seria y profunda para hacer justicia a estas mujeres y a sus familiares.                

Acusar a los verdaderos culpables, al “doctor” José Rosas Aispuro, ex gobernador, quien nombró a uno de sus ahijados al frente de la Coprised. Lo nombró como su director, sin estar calificado para tal puesto. Avalado por su secretario de Salud de entonces, el doctor Sergio González Romero.

Esteban Villegas apuesta por el olvido. Se olviden las muertes. Se detengan las investigaciones. Jamás se lleven a los culpables intelectuales de este crimen contra mujeres duranguenses.

El siete de febrero del año pasado se detuvo al ex director de la Coprised, Joaquín “N”, y una verificadora de la Comisión, Guadalupe “N”. Acusados por ejercicio indebido del servicio público y homicidio. Esta dirección debería vigilar y aprobar la sanidad y seguridad de hospitales y sin tener perfil profesional, mucho menos médico y científico. Avalado por su secretario de salud, el doctor González Romero.

Un año tras la detención. Y ya nada se ha dicho. Ni una declaración. Ni un avance en las investigaciones. Aispuro sigue en su bunker de impunidad. Intocado y amparado legalmente hasta contra un mal de ojo. ¿Ese es el estado de derecho que tanto cacarea el gobernador Villegas?

Esteban Villegas, sigue con su gobierno de flashases y declaratorias rascuaches, de sueños de jibado.  Ese soñar en grande, ¿también incluye hacer justicia en la crisis de meningitis? ¿De gritar que este será el gran año para Durango? ¿Y cuánto será el año de la justicia para estas 41 mujeres y sus familias?

Ahí siguen 41 mujeres jóvenes, muertas por este hongo de la meningitis. Mujeres que dejaron tras de sí, hijos huérfanos, esposos viudos, padres dolientes. Familias desamparadas y que a más de un año no ha sucedido absolutamente nada.

Durante 2023 se han cometido 16 homicidios de mujeres, de los cuales nueve fueron en el municipio de Durango, cinco en Gómez Palacio y Lerdo, uno en Guadalupe Victoria, uno en Mapimí, y una duranguense fue asesinada en Monterrey, Nuevo León, informó Julieta Hernández Camargo, presidenta de la Asociación “Si Hay Mujeres”.

¿Se tomaría Esteban Villegas, de esos miles de selfies que se toma sonriente? ¿Hablaría de esas muertes de esas mujeres sin resolver, cuando el mandatario estatal entregó en acto circense y demagogo, la tarjeta madre?

Por lo pronto la renuncia, voluntaria o forzada, de la secretaria de Salud de estado ha dado muestra de que tan unido es el gobierno.

La doctora Irasema Kondo Padilla deja la de la Secretaría de Salud, no fue por no resolver la crisis de la meningitis, que le vale madre al creador de la tarjeta madre. Quizá por posibles represalias políticas en este gobierno de la coalición, por las guerras internas en la designación de candidaturas al Senado y la Cámara de Diputados entre PRI y PAN. La doctora siempre fue gente de Aispuro, con eso se escribe todo. Y se entiende la impunidad y el olvido.

La doctora Kondo Padilla encaró sin éxito la crisis política derivada de la meningitis, la que cobró la vida de 41 mujeres e involucró a algunos hospitales privados investigados por malas prácticas y compra de medicamento anestésico contaminado. Kondo Padilla, no pudo lidiar con la crisis.

Se anunció la salida de la doctora Irasema Kondo Padilla de la Secretaría de Salud de Durango (SSD), por lo que ahora será el doctor Moisés Nájera Torres, quien se hará cargo de la administración de los Servicios de Salud del estado. Mientras no exista voluntad política ni humanitaria para resolver estas 41 muertes, el gobernador Villegas podrá nombrar al mismo Papa Fráncico, no habrá justicia para estas duranguenses que confiaron sus vidas al sector salud de Durango. Y a sus corruptos gobiernos.